martes, 29 de mayo de 2012

Nínfulas.

Se ocultan durante cuarenta días y cuarenta noches; y cuando el año va corrido, aparecen de nuevo en el momento en que se afila el hierro.

Hesíodo

Ilustración: Virginia Mori



En el jardín de las Hespérides
a las ninfas tristes
se les enreda el cabello
en las ramas de los árboles
y quedan colgadas noches enteras
sin que nadie las eche de menos.
*
a las ninfas tristes
les crecen las piernas
demasiado rápido,
les nacen unas piernas larguísimas
como hebras de hilo blanco.
*
las ninfas tristes
se convierten en sal
en polvo
en aire,
se ahogan todos los días
con sus piernas y
sus cabellos
y nadie nunca las echa de menos.

Rocío

11 comentarios:

P. dijo...

Qué bien compaña la ilustración...

vera eikon dijo...

Qué hermosura Rocío....Amé esas piernas largas de hilo blanco.Bicos!!

EG dijo...

Nuevamente chapeau

mareva mayo dijo...

delicadamente triste y hermoso!

Ana Barrera dijo...

:')

Jesús Galbraith dijo...

me ha gustado mucho

Cheshire girl dijo...

Sí hay alguien que las echa de menos, aunque todavía no lo saben.

Precioso blog :-)

Anónimo dijo...

¿ Y las ninfas alegres qué hacen?

Buen poema.

Un saludo y de momento no soy un robot.

Alba Flores Robla dijo...

Es culpa de Lolita, no hay quién la olvide.

Alicia Cóler dijo...

Me gusta mucho, y cómo queda con la ilustración.

Mira a ver qué te parece esto

http://caracolclaustrofobico.blogspot.com.es/

un abrazo,
Alicia

fran dijo...

Las ninfas tristes se pasan la vida buscando la forma de sonreir, para poder volver a casa...

bsos