domingo, 11 de noviembre de 2012

Remedia Amoris.


Probablemente de lo que más se haya escrito en la tierra haya sido del amor. Como si existiera una urgencia fatal por contarlo al mundo, por atraparlo, por definirlo.
Todo el mundo sabe de amor y no sabe a la misma vez. Conoce y desconoce.
Pero ni las médulas que ardían para Quevedo, ni el haberlo probado de Lope, ni siquiera ese beso entre Burt Lancaster y Deborah Kerr son suficientes motivos para aprehenderlo. Porque sí, puedes alzar la vista y repasar todo lo repasable: el amor ya estaba allí. A Safo le dolía en el pecho de nostalgia el corazón. Y a mí, más prosaica, me da por callarme, abrazar el silencio, no decir nada, sonreir y saber que no seré capaz jamás de escribir una línea acerca del amor.


Rocío.