viernes, 11 de mayo de 2012

Pronunciar.


Hay cosas que no deberían cambiar, cosas que uno debería poder meter en una de esas vitrinas de cristal y dejarlas allí tranquilas.

J.D.Salinger



Las cosas se deforman siempre bajo
la tiranía de un nombre que,
la mayoría de las veces,
no representa nunca
la totalidad de esa cosa
ni el viaje del sonido a través de tu boca.

Las personas empiezan a hablar mil quinientas lenguas
por minuto con sus treinta y cuatro mil fonemas por segundo:

amapola ver-dad terror c/o/r/a/z/ó/n extremidad [hambre] vivir.

Y se les enlutan las bocas
y se les desprenden las palabras junto con las cosas que se deforman
bajo la tiranía de los nombres que no llegan nunca a expresar nada.
Porque todas las cosas terminan llamándose como tú
y todos los nombres son el tuyo
desordenando el mundo
en mil quinientas lenguas por minuto.


Rocío.

11 comentarios:

Noelia Palma dijo...

Rocío...
terminé de leer y me tapé la cara para no putearte de lo bueno que está esto

Darío dijo...

Dan ganas de putearte de a de veras. Porque esto es casi trabajo de filósofos, conseguir que las cosas se deformen bajo una mínima palabra, ya deforme, de antes, por una cosa que no representaba...ufffff...creo que me hice bolas...

Darío dijo...

Y encima esas palabras de comprobación aterradoras...amewgr atomisrtr...aghhhhhhhhhh

omar enletrasarte dijo...

contravienes, refutas, conviccionas
está bien
saludos

marceji dijo...

he llorado... una verdad como un templo

Paloma Corrales dijo...

Bravo ;-)

Beso.

Crista de Arco dijo...

todas las cosas terminan llamándose como tú
y todos los nombres son el tuyo

Así es. Exactamente.

P. dijo...

Genial. Y también Salinger.

vera eikon dijo...

Sepultamos bajo el nombre la cosa viva. Y, paradójicamente, escribimos como un intento de rescatarla...Muy buen poema. Besos

fran dijo...

Me duelen las manos al no saber que decir cuando te leo...

bsos

Isabel dijo...

Escribes genial! ya te lo he dicho.

Besos!!