lunes, 17 de septiembre de 2012

Esperar o buscar.

 
 
Mas yo sigo aquí inmóvil, como en suspenso... Esperando que aparezca un signo en el que poder creer. Y así huyen los días, los meses y los años.
 
Arthur Miller, Después de la caída.
 
 
 
 
Foto tomada de aquí
 
 
 
Para qué nos vamos a engañar, a veces esto es cierto. A veces todo el terror va por dentro y la gente gasta toda su vida esperando algo que ni siquiera sabe si llegará. Como si fuéramos por la vida cargando un aparato, un detector de metales, igual que la gente que va a la playa y quiere encontrar monedas y rastrea toda la arena, nosotros buscamos una señal que nos haga entender nuestra existencia o que justifique el hecho de seguir respirando.
 
Pero a veces tenemos suerte. Y ansiamos algo durante mucho tiempo y un día, de repente, aparece. Dejas de recordar entonces los días, los meses o los años que han podido huir. Y no sabes muy bien si has sido tú el descubridor o el descubierto. Pero eso no importa ahora, ahí está nuestro porqué. El aparato emite pitidos. Ahí está, disfrútalo. Somos los más ricos de la playa: la hemos encontrado.
 
 
Rocío.

7 comentarios:

Volianihil dijo...

Me ha encantado leer esto. Cuando era pequeño veraneaba en Hendaya, un pueblo de la frontera franco-española, en el país vasco francés. La playa es enorme, muy ancha y con unas mareas muy vivas. Cuando la marea está baja es inmensa. Por la tarde, cuando comenzaba a anochecer y la gente se iba a sus casas -o donde fuese- siempre venía un tipo bastante mayor con un aparato de esos. Me quedaba mirándole todos los días mientras me tomaba algo con mis amigos -ya sin padres. Uno de los del grupo encontró algo en la arena, no recuerdo bien qué era, algo como un broche, no sé. Se lo llevó al hombre corriendo. Cuando volvió vimos que todavía tenía el broche (o lo que fuese). Nos contó que el hombre se lo agradeció pero que le dijo que él busca para buscar, que es eso lo que le gusta, el proceso. Lo de menos era encontrar algo. Supongo que él se encontraba en la búsqueda, como el que le gusta correr pero no quiere llegar a ninguna parte.



Un besito

Noelia Palma dijo...

que justifique el hecho de seguir respirando.


!!!

Peach dijo...

Eso suele pasar, yo también he sentido a veces esa carga, ese miedo por dentro. Saludos!! :)

EG dijo...

de pronto espero grandes cosas, deseo que sucedan grandes deseos internos y de pronto se cumplen, si...pero es mucho más el tiempo en el que nada espero y la vida pasa por un costado lejano. Perdí muchas de las emociones y el optimismo de mi juventud. A veces me extraño, pero me estoy acostumbrando.

un abrazo Rocío.

David Mariné dijo...

qué maravilla.
bravo.
un abrazo.

Tuky dijo...

"Somos los más ricos de la playa" me quedé colgada de esas palabras.
Muy bonito

Crista de Arco dijo...

Hoy acabas de describir lo que siento con respecto al único deseo que tengo en la vida y por el cual he estado esperando 15 años... (ir a Barcelona)
y hoy que te leo, me emociono, porque publiqué el texto sin haberte leído antes.

Un beso. O dos.

quizás hiroshima
http://eleonorasmith.blogspot.com.ar/

cerré todos los sitios rocío. sólo estoy aquí nomás.