miércoles, 24 de agosto de 2011

Eres todos los hombres.



ELECTRA: ¡Yo lo espero sin cesar, desventurada, no casada y sin hijos! Y ando siempre errante, anegada en lágrimas y sufriendo penas sin fin de mis males. Y él no se acuerda ni de mis beneficios ni de las cosas ciertas de las que le he advertido. ¿Qué mensajero me ha enviado, en efecto, que no me haya engañado? ¡Desea siempre volver, y deseándolo, no vuelve jamás!

Sófocles


Pintura: Frederic Leighton



Si me desnudaras ahora mismo el cuerpo, si te decidieras ahora y no en otro momento a rajarme la carne, a desvelar el misterio, a probarme. Ahora, digo, antes de que lo cubra todo el coma irreversible. Sólo ahora... No verías a otra mujer que a Electra.
Electra gritándose la sangre. Electra con las manos llenas, con la boca húmeda, con los ojos sucios, con el pecho enredado. Si me miraras ahora, Electra te preguntaría quién eres tú. Quién es tu padre. Qué escondes en ese corazón. Qué oráculo te salvará.
Si me miraras, sí. Si nos miraras así, tan herido. Te sangraríamos todo.


Rocío 

6 comentarios:

vera eikon dijo...

UFFFF! Este texto es genial. Está claro, amar con todas las heridas abiertas, y perecer en el otro. Bicos

Lou dijo...

...silencio....

Lou dijo...

te admiro

EG dijo...

no sé explicar lo que sentí al leerlo, pero este desencuentro, aparte de doler, ha creado un gran texto.

Erev dijo...

Para mí es maravilloso, Rocío.
Gracias.

Charcos dijo...

madremíadelamorhermoso

you are the milk

redoble de tambor