A mi madre, en su cumpleaños.
Recordar lo enorme
del milagro de la vida
y su multiplicación de las entrañas.
Recordar tu juventud,
lo diáfano,
lo pequeño:
el mundo es un dialecto.
Y ver cómo el tiempo pasa,
cómo el tiempo te abraza y te mece
y te quedas dormida,
minúscula,
en tu sueño.
Y ver cómo despiertas
cada mañana,
cómo naces
cada mañana,
cómo me pares
in-can-sa-ble-men-te
cada mañana.
Y escribir este poema para ti,
solo para ti,
que tienes el corazón pálido
como decía Eluard,
de tanto esfuerzo
y tanto amor.
Rocío.
Jolie, tanto como el milagro de la vida, o en este caso el de la gratitud. Sera que la suerte es de teneros la una a la otra.
ResponderEliminarFelicidades a ella, pues
Y saludos a ti !
pues parece ser que el amor no perjudica la escritura...no? ;)
ResponderEliminarYo, si fuera tu madre, te daba un gran abrazo, y si no también.
ResponderEliminarLas madres. Hay cosas hermosas en esta vida. Un padre, por ejemplo. Enamorarse, por ejemplo.
ResponderEliminarPero sin una madre un@ está literalmente acabado. Nada como poder tocar, rozar, las mejillas de tu madre. Ver en sus ojos tu vida.
ains...
ResponderEliminarMuchas gracias a todos :)
ResponderEliminar"Ver en sus ojos tu vida", qué bonito eso, Tomás.
Me emocionas, Rocìo, por muchos motivos.
ResponderEliminarTe abrazo fuerte.
Leo
ay que bonito, si que si
ResponderEliminarbesicos guapa
Qué hermoso regalo a tu madre Rocío.
ResponderEliminarPrecioso poema.
Un bezzz
No me canso de tus poemas. Qué belleza.
ResponderEliminaray Rocío, esto no lo había leído!
ResponderEliminartenés una voz muy lograda en los poemas, ha de ser por eso que me gustás tanto.
Un abrazo querida
delicia.
ResponderEliminarabrazo(s)
Que poema tan lindo para una madre.
ResponderEliminarSupongo que le habrá encantado :)