Pienso que rezarte a ti
tal vez me salvará el alma.
Julio Cortázar
(Fotografía vía Tokyoform)
Desventurados los que divisaron
a una muchacha en el Metro
y se enamoraron de golpe
y la siguieron enloquecidos
y la perdieron para siempre entre la multitud.
Porque ellos serán condenados
a vagar sin rumbo por la estaciones
y a llorar con las canciones de amor
que los músicos ambulantes entonan en los túneles.
Y quizás el amor no es más que eso:
una mujer o un hombre que desciende de un carro
en cualquier estación del Metro
y resplandece unos segundos
y se pierde en la noche sin nombre.
Óscar Hahn
Todos los días le pido un poco al destino que te bajes en la misma parada que yo. O que se averíe el tren y vengas a pedirme chicles. O que yo me atreva a decirte: llevo imaginando este vagón de metro toda la vida, contigo y conmigo dentro. Y que se apaguen las luces, y que se nos encienda la vida.
Rocío